
En medio de una situación familiar delicada, el reconocido periodista Jorge Rial ha compartido una imagen de su nieto, Francesco, en sus redes sociales, evidenciando así que a pesar de las dificultades y el distanciamiento con su hija Morena Rial, mantiene un contacto clandestino con el pequeño.
La instantánea, compartida en las historias de Instagram de Jorge Rial, muestra a Francesco en la parte trasera de un automóvil, entretenido con globos del club deportivo River Plate, que es la pasión futbolística compartida por Rial y su nieto. Acompañando la imagen, el periodista escribió: «Gallina, como el tata», dejando en claro que sigue manteniendo algún tipo de vínculo con quienes rodean a su nieto.
El gesto de Rial surge en medio de una entrevista en el programa Duro de Domar (C5N), donde reveló cómo ha mantenido comunicación de forma clandestina con Francesco. En respuesta a una pregunta de la periodista Carla Czudnowsky, Rial admitió: «Hablo con mi nieto clandestinamente. Tengo derecho, pero no quiero forzarlo y ejecutarlo judicialmente, me parece que está todo demasiado sensible. Con mi nieto hablé estos 15 días que estuvo con sus abuelos en Córdoba, hablaba todos los días, lo vi un rato, pero por ahora de manera clandestina».
El conductor de Argenzuela (Radio 10) también expresó su angustia por no poder pasar más tiempo con Francesco debido a la tensa relación con Morena Rial, su hija mayor. La situación ha afectado emocionalmente a Rial, quien subrayó que, pese a las dificultades, Morena seguirá siendo su hija.
Por su parte, Morena Rial ha dado a entender que no le niega a su padre la oportunidad de ver a Francesco, pero aclaró que Jorge Rial nunca le ha enviado un mensaje directamente para solicitarlo. «Yo no voy a hablar directamente con mi papá, pero tiene 80 personas para mandarme un mensaje y yo al nene no se lo voy a negar, es el abuelo y no soy mala persona», afirmó de manera contundente.
La situación sigue generando controversia y especulación en torno a la relación familiar entre Jorge Rial, Morena Rial y el pequeño Francesco, mientras el periodista demuestra su afecto a través de comunicaciones secretas en medio de las complicaciones emocionales que enfrentan.












