Las idas y vueltas de Juan Ingaramo: de baterista a cantautor, del jazz al cuarteto, y la actuación con Flor Peña en Pretty Woman

Juan Ingaramo tiene 38 años y bien podría decir -sin ruborizarse- que está en su mejor momento. Pasó de ser un baterista de jazz en Córdoba a tocar rock con una banda de amigos en Buenos Aires, para luego lanzarse como un cantautor de música pop, rock, urbana y cuarteto.

Ahora también se lo conoce por su rol coprotagónico en la comedia musical Pretty woman, junto a Florencia Peña, pero no fue su primera incursión en la actuación: antes tuvo papeles secundarios en las series El Reino (con Diego Peretti en Netflix) y La jefa aunque no quiera (con Natalia Oreiro en Disney+).

Juan Ingaramo no deja la música y se afianza en la actuación. Foto: Guillermo Rodríguez AdamiJuan Ingaramo no deja la música y se afianza en la actuación. Foto: Guillermo Rodríguez Adami

«Siento que estoy en el prime, como se diría en términos futbolísticos. Y acaba de empezar, por suerte»; dice un mediodía en un café de Vicente López, cerca de la casa donde vive con su pareja Violeta Urtizberea y la pequeña hija que tuvieron en 2019, Lila.

La frase no es una exageración, ya que en los últimos años se hizo un nombre importante en la escena local del rock, con discos que exploraron una variedad de estilos sin perder jamás la identidad y el sonido. Pasó con éxito de ser baterista de chico a cantautor de grande, con una formación jazzera heredada de su padre Mingui Ingaramo, del legendario grupo cordobés Los Músicos del Centro, que alguna vez acompañaron a Litto Nebbia y tocaron en el estadio Obras.

En grabaciones propias y ajenas cantó junto a figuras como Adrián Dárgelos, Ca7riel, Miranda!, Ulises Bueno, Los Auténticos Decadentes, Julieta Venegas, Louta, Zoe Gotusso, Neo Pistea, Jean Carlos, YSY A y Villa Diamante.

Una escena de "Pretty woman", el musical con Florencia Peña y Juan Ingaramo. Foto de prensaUna escena de «Pretty woman», el musical con Florencia Peña y Juan Ingaramo. Foto de prensa

Y como si todo eso fuera poco, tímidamente comenzó a meterse en el mundo de su pareja, debutando como actor en El Reino y otras series, ahora marcando su primer protagónico en la taquillera comedia musical Pretty woman, donde interpreta a Edward Lewin, el papel que en el cine hizo Richard Gere.

El paso a la comedia musical

La persona que detectó que Ingaramo podría pasar a la comedia musical fue Ricky Pashkus, que unos años atrás lo tanteó para hacer Kinky boots en Carlos Paz. «Con mucho cariño y respeto le agradecí mucho y le dije que no,» admite el músico.

Sin embargo, cuenta, «Pasó el tiempo y empecé a actuar en lo audiovisual: en televisión hice la segunda temporada de El Reino, en Netflix, y después filmé una para Paramount, que aún no salió. El año pasado hice La jefa aunque no quiera con Natalia Oreiro en Disney+ y fue como que se abrió una ventana. Encontré un disfrute, y cuando vino la oferta de Pretty Woman ya era otro. ¡Hacer un musical con Flor Peña! ¿Por qué diría que no?».

Juan Ingaramo, con inminente disco nuevo y más funciones de "Pretty woman" a partir de diciembre. Foto Guillermo Rodríguez Adami.Juan Ingaramo, con inminente disco nuevo y más funciones de «Pretty woman» a partir de diciembre. Foto Guillermo Rodríguez Adami.

-Por miedo, tal vez, salvo que seas un cordobés caradura.

-Soy 100% caradura. Pero, por otra parte, sin que quiera hablar de Arte, creo que si hay miedo hay restricción y uno en el arte tiene que ser libre. La verdad, para bien o para mal, nunca pude pensar las cosas en función de la carrera. Y me da pena cuando veo a otro artista pendiente de eso, porque finalmente atenta contra la libertad, una palabra tan difícil en este tiempo. Un artista libre es un artista pleno, que tiene que lidiar con su compañía discográfica, las plataformas y las nuevas reglas de la industria.

-¿Extrañaste dar recitales este año?

-No pude hacer ni nada porque casi todas las noches tenía obra, y además me pasó de ir a ver otras obras de teatro los martes, que es el día libre. Lo disfruté mucho y siento que hay un horizonte para mí también en el teatro y el teatro musical. Vi que me gustaba actual, y la unión de música y teatro en un musical es perfecta.

Una de las fotos promocionales que Florencia Peña y Juan Ingaramo hicieron en Los Angeles, donde se filmó la película "Pretty woman", con Julia Roberts y Richard Gere.Una de las fotos promocionales que Florencia Peña y Juan Ingaramo hicieron en Los Angeles, donde se filmó la película «Pretty woman», con Julia Roberts y Richard Gere.

-¿Te ayudó mucho Violeta y te dio consejos?

-¡Sin duda me ayudó mucho tenerla a Violeta en mi casa! Por lo que sea, desde consejos y tips hasta las crisis del día del estreno de prensa. Yo le dije que no me había dado cuenta dónde me había metido ni lo que estaba haciendo, como si mi humilde proceso creativo y artístico siempre fue como confiar en la intuición y disfrutar. Toda esta experiencia me ha expandido espiritualmente y me ha hecho muy feliz.

Una canción para su hija

El nuevo álbum de Juan Ingaramo saldrá el 6 de noviembre y se llamará El Verdadero. Ya hubo tres singles a manera de adelanto, y la más reciente se llama Shampoo y está dedicada a su hija, Lila.

«Es un cliché inevitable -admite- y la presión es grande porque lo va a escuchar siempre de grande, así que tiene que estar muy bueno. Humildemente creo que está a la altura de mis temas más lindos».

Juan Ingaramo con su hija, Lila, a quien le dedicó una canción. Foto de prensaJuan Ingaramo con su hija, Lila, a quien le dedicó una canción. Foto de prensa

-¿Te costó mucho hacerlo, dudabas y corregías?

-Sin duda. Fue muy loco, porque siempre confío en ese impulso del fluir creativo que aparece, y acá estuvo también el ejercicio de hacerlo desde lo melódico y lo armónico. La letra me quedó linda.

-El disco sale pronto.

-Sí, el 6 de noviembre. El título lo empecemos a sugerir en los adelantos del disco, con los videos donde aparece esta cosa del verdadero. Siempre me gustó la posibilidad dramática de la música, en el sentido de poder generar personajes o ponerse en otro lugar que no sea autobiográfico, pero me fui de mambo y con este disco soy yo.

-¿Cómo manejaste los tiempos de la grabación y salida del disco estando con la obra?

-Fue muy intenso. Ya lo venía haciendo casi casualmente con Mariano Otero de productor, que es un gran músico, un gran amigo y casualmente es el ex marido de mi compañera de obra. O sea que tuvo mucho que ver también en el por qué yo ahí, porque Florencia le preguntó referencias.

Hacer el disco tuvo momentos intensos, pero a la vez hay algo de toda esa vorágine que me parece interesante, justamente por el concepto del álbum, como que esté toda esa vorágine también metida metido en una intensidad que cada tanto te toca. Hay una cosa medio gimnástica del cuerpo y exigirlo en el buen sentido, a ver qué sale de ahí.

Violeta Urtizberea y Juan Ingaramo.Violeta Urtizberea y Juan Ingaramo.

-Hacer teatro es otra rutina de horarios: trabajás de miércoles en adelante y solo de noche.

-Es más que eso, porque hay una carga energética y física muy fuerte, que te das cuenta, que te das cuenta al otro día. Uno está dos horas y cuarto en el escenario, que no parece mucho, pero estás cantando y actuando, con tu cuerpo en tensión con el público. El texto es muy intenso y muy hermoso también.

En cierto sentido, siento que tenía allanado el camino del escenario porque fue la primera vez que lo hice fue con Florencia Peña en el Teatro Astral, de 0 a 100. No es que empecé de a poco en Timbre 4, y la verdad que fue muy inspirador.Me corrió un poco la presión y la intensidad de la carrera musical y de la industria en estos tiempos tan locos, y me permitió terminar el álbum con con más disfrute.

-¿Cómo era el post-show? El mundo de la música tiene sus ritos del camarín e ir a comer, pero acá volvías directo a tu casa.

-¡Volvés a casa, pero no te podés dormir y te quedás dando vueltas! Al principio no entendía esto, porque tenía una energía extra y la empecé a aprovechar para terminar el disco en el estudio que tengo en mi casa. Hasta llegué a pedirle a Mariano hacer sesiones de grabación después del teatro, a las 11 de la noche, y así aprovechar ese envión y la voz caliente. La verdad que fue bastante perfecto y la neurosis teatral no existió mucho.Lo que me apasionó de teatro es que tenés la posibilidad de revancha al día siguiente. Entonces nada es tan grave.

Más de 15 años en Buenos Aires

Juan Ingaramo vino a Buenos Aires en 2008, poco después de terminar el secundario y estudiar una licenciatura en Composición. «Vine con mi banda -recuerda- persiguiendo un sueño. Eramos cuatro y paramos en San Telmo, en Tacuarí y Belgrano, una zona más hardcore que turística. Conseguimos trabajos para una agencia y durante dos años fui promotor de diversas marcas en los supermercados Carrefour».

El cantante y multi-instrumentista cordobés Juan Ingaramo en Lollapalooza 2019.El cantante y multi-instrumentista cordobés Juan Ingaramo en Lollapalooza 2019.

-Pero no te disfrazaste de empanada.

-No. ¡Pero sí de Bob Esponja y de chocolate Hershey! A los 20-21 era un sueño que nos rendía mucho, y a los dos años empezaron a surgir trabajos de música. Toqué con Litto Nebbiam por ejemplo, y a partir de ahí empecé a entrar en el mundo de la música como baterista y con mi banda empezaron los líos de convivencia.

-De ahí al primer disco hubo solo un paso.

-Conocí a Rafa Arcaute, que escuchó mis temas y quería hacer algo. Yo le decía que era baterista y tenía una banda, pero a los siete meses ya estaba a full como solista. Ahí empezó todo, sin querer queriendo, porque si bien crecí en un ambiente musical, nunca fui cantor ni tenía el reflector en la cara. Y las cosas fueron sucediendo.

Fuente Clarin

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