Los 40 años de Volver al futuro: detalles asombrosos y cómo los fans argentinos mantienen vivo el fenómeno

Cuando Michael J. Fox se desdoblaba y dormía apenas dos horas al día para grabar en simultáneo la serie Family Ties y la película Volver al futuro, no imaginaba que tamaño esfuerzo tendría la recompensa de la eternidad: con el hit dirigido por Robert Zemeckis congelaría su imagen, sería por siempre un muchacho de secundaria capaz de fascinar a las siguientes generaciones con su chaleco naranja y su zigzagueante skate.

El 26 de diciembre se cumplirán 40 años del estreno en Argentina de Back To The Future -fue el 3 de julio en Estados Unidos- y Marty McFly sigue fascinando a bordo de aquel DeLorean plateado que demanda 1.21 gigavatios para viajar en el tiempo.

El Doc Brown, Biff Tannen, George Mc Fly, Lorraine y toda esa galería de personajes son ahora inspiración para los cosplayers y reviven en recortes virales intervenidos por la inteligencia artificial. Volver al futuro se cuela como nunca en el presente, entre memes sobre el dólar y otras penurias, mientras el histórico elenco hace llorar al público con sus reencuentros en la Comic Con de Nueva York y demás eventos.

Por estas latitudes los fans agrupados en tribus digitales esperan que el rumor se transforme en certeza: el musical teatral podría estrenarse en la Argentina, con el empresario y productor teatral Miguel Pardo como impulsor. Fernando Dente parece el favorito del público para tomar el rol central que en Broadway es de Casey Like.

A más de 14 mil días del estreno, el fenómeno de ciencia ficción no se apaga. En plataformas de streaming el consumo de la trilogía no descansa y las locuras en su honor crecen. El Museo de Volver al futuro, por ejemplo, una iniciativa argentina, aumenta cada vez más su colección.

Germán Schmidl es el «volveralfuturomaníaco» que maravilla al mundo con su catálogo de más de 1.000 objetos en Neuquén. Si no puede acceder a alguna joya difícil del merchandising, el rosarino instalado en Andacollo la fabrica. Desarma viejos televisores y faxes, recrea indumentaria, compra a distancia souvenirs oficiales… Así, cualquier turista interesado en conocer sus tesoros tiene libre acceso a este templo del norte neuquino que funciona en su casa.

El dueño de esta «iglesia foxiana» fundó y coordina también «Volver al Futuro Argentina Team Fox «, una «costilla» embajadora en nuestro país de otra asociación internacional, 88mph association Team Fox. «Nacimos en 2020 y colaboramos activamente desde ese año con la Fundación de Michael J. Fox en la lucha contra el Párkinson. Este año, por ejemplo, mediante un sorteo, juntamos 1.000 dólares para donar», cuenta desde Andacollo este docente que reparte sus días entre sus alumnos y su pasión.

El rencuentro: el músico Huey Lewis, con Fox, Christopher Lloyd y Lea Thompson, en Manhattan (Foto: REUTERS).El rencuentro: el músico Huey Lewis, con Fox, Christopher Lloyd y Lea Thompson, en Manhattan (Foto: REUTERS).

Por su parte, el porteño William Opderbeck se autoproclama creador «de la agrupación de fans más grande de nuestro país, BTTF Argentina». Junto a Juan Manuel Gonzalo, se organizaron en pandemia y registraron la marca. «Tuvimos contacto con Universal/amblin para licenciar algunos productos, todavía no cerramos acuerdo», advierte.

«Yo tenía un año cuando se estrenó la película, no llegué a ver ninguna de las tres en cine. Volver al futuro 3 fue la primera que vi cuando tenía 7 años. Mi mamá me compró el VHS que aún conservo de un videoclub que cerró sus puertas», se emociona Opderbeck. «Estudié Comunicación audiovisual y eso me ayudó a ver la película desde un lugar más técnico-narrativo. Tiene miles de detalles impercpetibles, hoy sigo descubriendo cosas cuadro por cuadro».

Tanto Opderbeck como los cientos de adoradores del filme ya agendaron la cita que los pondrá frente al De Lorean: del 24 de octubre al 2 de noviembre, en el centro Costa Salguero, se realizará la exposición Íconos sobre ruedas, una experiencia inmersiva que reúne a 15 autos únicos del cine o que pertenecieron a celebridades. Además de la Ferrari Testarossa negra de Diego Armando Maradona, el bólido de Fox convivirá con perlas como el Ford Escort de la Princesa Diana.

Una escena de Marty y Einstein, la mascota del Doc Brown. (Foto: Universal/AP).Una escena de Marty y Einstein, la mascota del Doc Brown. (Foto: Universal/AP).

En Estados Unidos, la noticia ligada a este clásico del cine tiene que ver con la búsqueda de la guitarra de Marty McFly. Desde Gibson, firma fabricante del instrumento, se inició un rastreo de la icónica Cherry Red Gibson ES-345 con la que Michael J. Fox tocó, por ejemplo, Johnny Be Goode en la escena del Baile del encantamiento bajo el océano en la que Marty lanza una frase hoy común en remeras: “Supongo que ustedes aún no están preparados para esto… Pero a sus hijos les encantará”.

La empresa con sede en Nashville pide ayuda al público para localizar la guitarra. Mientras, se produce un nuevo documental sobre esta búsqueda, “Lost to the Future”.

40 veces rechazada

Los oradores de las charlas motivacionales tan típicas de la actualidad suelen tener en su discurso a Volver al futuro como ejemplo de fe en los propios proyectos. La historia producida por Steven Spielberg sobre un estudiante de 17 años enviado accidentalmente 30 años al pasado en un artilugio inventado por su amigo Doc Brown (Christopher Lloyd) estuvo a punto de quedar en un cajón, de no ser por la perseverancia de alguno y por la oportunidad que brindó otro.

Bob Gale, el coguionista, suele contar que la idea surgió en el verano de 1980, cuando pasaba unos días en la ciudad en la que creció, en Saint Lous, en una visita a sus padres tras una inundación. «Revisa si hay algo que sirva en esta caja«, le pidió el papá a Bob. Fue entonces cuando apareció un anuario de la escuela secundaria de su padre, de 1940.

Cuando Gale vio a su padre joven y descubrió que había sido presidente de la clase se dispararon varias preguntas. ¿Yo habría sido amigo de mi padre si hubiera asistido a la secundaria con él? ¿Cómo sería conocer la versión anterior de mis padres, cuando no eran padres?

Marty McFly (Fox), en la película que lo eternizó como un adolescente de secundaria. (Universal Pictures, vía AP).Marty McFly (Fox), en la película que lo eternizó como un adolescente de secundaria. (Universal Pictures, vía AP).

Con ese «rayo» de inspiración, Gale y Zemeckis armaron un bosquejo de guion y se propusieron ofrecerlo a los productores. «Nos decían que las películas de viajes en el tiempo no generaban dinero», suele recordar Gale.

En sus borradores, la máquina del tiempo era una heladera, la mascota del Doc, un chimpancé (y no un perro como finalmente fue en la película) y el ingrediente secreto para hacer funcionar el condensador de flujo de la máquina, una botella de Coca-Cola.

En cuatro años, el guion fue rechazado 40 veces. En una de esas conversaciones, surgió la posibilidad de que Disney aceptara la historia, pero un ejecutivo leyó la escena de Marty McFly besando a su madre y estalló: «¿Están locos? ¿Realmente creen que Disney haría una película sobre el incesto?».

Con varios traspiés, el rodaje se concretó gracias al apoyo de Universal Pictures. Escollo:hubo que cambiar de emergencia al protagonista en plena filmación. Eric Stoltz grabó durante cinco semanas, pero fue despedido por malhumorado y así entró en acción Michael J. Fox, que antes no había podido cerrar contrato por superposición de agenda.

Entre las fascinantes anécdotas que dan cuenta de lo difícil que resultó gestar este éxito está el caso de Crispin Glover, el padre de Marty McFly, quien no fue parte de la secuela (lo reemplazaron con una máscara puesta al actor Jeffrey Weissman).

El museo de la película, en La Patagonia. Su fundador, Germán Schmidl, es un "volveralfuturomaníaco".El museo de la película, en La Patagonia. Su fundador, Germán Schmidl, es un «volveralfuturomaníaco».

Considerado un dolor de cabeza para el elenco -y un actor carísimo para la segunda parte de la película-, a Glover lo corrieron y filmaron Back To The Future II con un molde de látex que imitaba sus rasgos. «Si simplemente hubieran elegido a otro actor para interpretar el papel de George McFly, no habría actividad criminal, ni demanda. Como no eran dueños de mi rostro, ni hicieron un acuerdo financiero conmigo para usar mis rasgos faciales, lo que hicieron fue robar», consideró Crispin.

Pleitos al margen, Volver al futuro es más que nostalgia. Deja una huella en la cultura pop, y sigue dialogando con el mundo. Aunque nunca se concrete una secuela, ni los autos lleguen alguna vez a volar, cada vez que el científico loco y su discípulo reaparezcan al ritmo de The Power of Love, habrá una infinita reflexión existencial.

Fuente Clarin

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