
Vivian fumados, pero todo empezó con Ringo. El primer porro beatle lo probó él y se lo convidó nada menos que Bob Dylan. Esto ocurrió en un cuarto de hotel el 28 de agosto de 1964. Después de eso, nada fue igual: Rubber Soul, álbum del que ahora se cumplen 60 años, es la prueba más fehaciente de su consumo. John Lennon lo bautizó «el disco de la marihuana”.
Girl es una canción incluida en ese álbum. Vamos a detenernos un momento en esta obra maestra que buscó introducir el primer guiño abiertamente cannábico. Girl esconde un lado oculto: la inhalación larga y sinuosa entre los coros y el estribillo es una bocanada tributo a la hierba milenaria. John Lennon lo dijo clarito en una entrevista con Rolling Stone en 1970: «Los Beatles desayunaban marihuana en esa época».
Tanto fumaban que quisieron dejar una constancia no tan metafórica. Hablamos del sexto álbum de estudio de la banda. Rubber Soul -editado el 3 de diciembre de 1965– los consolida como banda sedentaria y de estudio. John siempre tuvo una relación abierta con las drogas. Alguna vez separó su carrera de acuerdo a sus consumos momentáneos: pasó de las anfetaminas al cannabis y de ahí al LSD. Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band (1967) suele estar asociado al LSD y, en consecuencia, al porvenir que tuvo la de los años ’60.
Pero Rubber Soul es el primer álbum de Los Beatles que se grabó -esto dicho en más de un sentido- de manera relajada. Sin giras, sin proyectos cinematográficos entre las sesiones de grabación. La furiosa idea de desarrollo artístico y creativo estaba definitivamente en marcha: empiezan a crecer sin jamás perder el efecto pop. El rock pasa a tener música de los Beatles y letra de Bob Dylan.
Además, iba quedando de lado la idea de público. Ni más ni menos. No más shows, temáticas menos optimistasy más introspectivas. Cualquier cosa que tuviera que ver con la estética de la beatlemania, afuera.
The Word se grabó en una sesión que arrancó a las 21 del 10 de noviembre de 1965 y terminó a las 4 AM del día siguiente. La influencia del porro en esa canción fue confirmada por Paul McCartney en el libro Hace muchos años, de Barry Miles: “Fumamos, luego escribimos la letra en una hoja multicolor. Normalmente no fumábamos mientras trabajábamos porque nos nublaba un poco la mente, pero…”.
Así se veían Los Beatles en 1965, poco antes de conocer a Bob Dylan y probar la marihuana. Foto: AP/Robert FreemanCon Lennon, las cosas claras
Lennon, sin eufemismos: «Rubber Soul era nuestro álbum de cannabis y Revolver era ácido. Quiero decir, no estábamos todos drogados haciendo Rubber Soul, porque en aquellos días no podíamos trabajar con marihuana. Nunca grabamos con ácido ni nada por el estilo. Es como decir: ‘¿Dylan Thomas escribió Under Milk Wood con cerveza?’ No te hacen escribir mejor. Nunca escribí cosas mejores porque estuviera tomando ácido o no».
Ya separados, en la inercia de la posteridad de Los Beatles, sus miembros fueron blanqueando el consumo. Al principio, dijeron, se iban al baño a fumar para que no los viera George Martin, su productor estrella y eventual quinto beatle. Decir en sentido estricto que ellos pusieron de moda la marihuana sería una acusación indebida. En el documental Get Back, de Peter Jackson, Los Beatles fuman Kent y Dunhill y Disney + lo aclara como algo que se les escapó y resulta pernicioso para el público infantil.
Que la sustancial docuserie de casi ocho horas se pueda ver en esa plataforma es toda una declaración de principios: medio siglo después, cuando sus nombres propios se empiezan a mezclar con los de Mozart o Beethoven, Los Beatles se consolidan como auténtico producto de pantalla blanca apto para todo público.
Música para escuchar
«Rubber Soul», el sexto álbum de estudio de Los Beatles, lanzado el 3 de diciembre de 1965.Rubber Soul es un disco de fumones y, en lo formal, una divisoria de aguas en su carrera, donde dejan de hacer música para bailar y empiezan a hacer música para escuchar.
George Harrison dijo que la marihuana que fumaban en 1964 era tan suave que «ahora equivaldría a hierba de principiante”. En los ’60, la planta que invito Bob Dylan llegaba a los Estados Unidos desde Colombia o México y era del tipo «sativa», con un efecto más “cerebral» de siestita en el sillón.
La modorra cannábica hizo que en el siguiente Revolver (álbum de 1966) se destaque Got to Get You Into My Life, una de las canciones de Paul que más le gustaban a Lennon.
«No es sobre una persona. Lo que teníamos que incorporar a nuestras vidas, al parecer, era eso». Got To Get You Into My Life suena como un tema de amor, y lo es. «Una oda a la marihuana como si otro escribiera una oda al chocolate», se excusó Paul. «Me gustaba, no me hacía pasar malos momentos y servía para expandir la mente. Para mí la marihuana es más suave que el whisky escocés».
Lennon había reconocido que durante la filmación de Help!, el consumo era permanente. Al diario vespertino The Evening Standard, le confesó que no podían ir a pagar las expensas y sentarse y hacer canciones geniales. «El porro nos abrió la mente, nos permitió ver las cosas de una manera diferente y hacer canciones de otra manera. No digo que la marihuana sea lo mejor del mundo, pero era lo que necesitábamos en ese momento».
La noche con Bob Dylan
George Harrison y Bob Dylan. El beatle consideró que la marihuana que fumaban en esa época era tan suave que podrían considerarla «hierba de principiantes». Foto: APLa noche del 28 de agosto de 1964, en la suite del sexto piso del célebre hotel Delmonico’s (Nueva York), luego del primero de los dos shows en Forest Hills, los muchachos volvieron enseguida a Manhattan porque estaban por tener la visita ilustre de Bob Dylan.
Por esos días, los cuatro escuchaban una y otra vez Freewheelin’, segundo disco de Bob, el de Blowin’ in the Wind. De un bolsillo de su campera, Dylan sacó una bolsa llena de cogollos. Ringo fue elegido catador oficial en nombre de Los Beatles.
Con las flores sueltas sobre una mesa ratona de la suite del sexto piso, Dylan, que había probado la planta apenas un año junto al poeta beatnik Allen Ginsberg, no les creyó que ellos nunca hubieran fumado. Algo entonado por el vino, Dylan intentaba armar torpemente el cigarrillo mientras -apuntando a Lennon-, soltó en tono insidioso: «¿Pero entonces qué quisiste decir en ‘I want to hold your hand’ cuando escribiste ‘when I touch you I get high’ (cuando te toco quedó volado)?».
John sonríe: «No, Bob, entendiste mal la letra». Como si hubiera llegado a la Luna, Ringo, en plan Neil Armstrong, comprendió su gesto como un pequeño faso para el hombre, un gran salto para la humanidad. «Me reí y me reí», recordó ingenuo el baterista. «La primera vez que fumé me pegó realmente mucho». sumó Paul. «Fue un descubrimiento diferente. George, John y yo estábamos sentados en la sala principal de la suite con nuestros tragos y Dylan acababa de convidarle una pitada a Ringo. Ringo vino y le preguntamos qué onda. ‘El techo se me cae encima’, nos dijo. Y nosotros: ‘¡Diossss! ¡Hay que probar eso!'».
Harrison, en una entrevista de 1967 con la revista Melody Maker: «Cuando estamos en el estudio y nos sentimos un poco bloqueados o necesitamos un nuevo enfoque, siempre tratamos de relajarnos y cambiar nuestra perspectiva. Ahí puede aparecer la marihuana». McCartney finaliza: «Yo siempre la he comparado con la pipa de la paz«.
Fuente Clarin












