
La boda de Stella del Carmen, la hija de 29 años de Antonio Banderas y Melanie Griffith, con el joven economista Alex Gruszynski revolucionó este sábado a la localidad de Valladolid, en España, donde el enlace se concretó durante la tarde en un exmonasterio, con viñedo reconvertido en un hotel de lujo, por donde pasaron más de 200 invitados, entre estrellas de Hollywood, músicos, cantantes y hasta las hijas del expresidente de Estados Unidos, Barack Obama.
El lugar elegido fue el exclusivo hotel Abadía Retuerta LeDomaine, un antiguo monasterio del siglo XII situado en Sardón de Duero, donde entre otras figuras -además de los padres de la novia- se encontraban el actor Don Johnson, primer esposo de Melanie Grifitth, y de la hija de ambos, Dakota Johnson.
Malia y Sasha Obama, las hijas del ex presidente norteamericano, así como la esposa de Sting, Trudie Styler, fueron de la partida junto a la abuela de la novia, Tippi Hedren, de 95 años y también recordada musa de Alfred Hitchcok.
Tras la celebración de la boda, que se realizó a plena luz del día, Banderas de 65 años salió a la puerta de la finca para brindar frente a la prensa, además de enviarle a los reporteros que esperaban bajo el sol una buena ración de los manjares que compartían los invitados en el hotel.
Banderas destacó el ambiente familiar y emotivo de la ceremonia, así como la alegría de ver a su hija casarse y admitió que hubo «lagrimillas» porque su hija y su yerno se conocen desde hace 25 años.
El hermetismo y la privacidad gravitaron en todo momento sobre la organización y el desarrollo de la boda, a pesar de la enorme expectación levantada en torno al acceso al complejo hostelero.
Los invitados entraron en coche al complejo, cuya dirección incrementó la seguridad y los trabajadores del hotel no pudieron utilizar el teléfono móvil.
El hotel también dispone de helipuerto, que sirvió de acceso a algunos de los cerca de 250 invitados.
La familia Banderas-Griffith ocupó la práctica totalidad de las treinta habitaciones de ese complejo de máxima exclusividad, por lo que el resto de invitados se alojó en establecimientos de la zona como el antiguo monasterio de Santa María, a pocos kilómetros, donde este viernes se celebró una celebración preboda.
Más de un centenar de trabajadores entre chóferes, camareros, asistentes e instaladores tuvieron que firmar contratos de confidencialidad.
Antonio Banderas llegó a Valladolid, el aeropuerto más cercano, en un vuelo privado el pasado miércoles para supervisar y ultimar todos los detalles del acontecimiento familiar.
Un hombre fue interceptado por el equipo de seguridad del hotel cuando intentaba entregar una carta a Antonio Banderas y una familia acudió para que su hija intentara ver a Dakota Johnson, de la que se confiesa fanática.
Fuente Clarin